Últimos contenidos de Enfermedades de peces

Estrategias de prevención y control de infecciones virales en tilapia de cultivo
Enfermedades de peces

11+ MIN

Estrategias de prevención y control de infecciones virales en tilapia de cultivo

A pesar de la creencia general de que la tilapia es resistente a las enfermedades, la intensificación de los sistemas de cultivo para satisfacer las mayores demandas de tilapia ejerce mayores niveles de estrés sobre los peces. Esto a su vez aumenta el riesgo de brotes de enfermedades infecciosas, lo que hace que los brotes de enfermedades infecciosas sean el principal factor que impide el crecimiento de la industria mundial de la acuacultura de tilapia.
  La tilapia es susceptible a varias infecciones bacterianas, virales, fúngicas y parasitarias que causan importantes pérdidas económicas y de producción. Entre los diversos agentes infecciosos, los virus son sin duda el principal patógeno que amenaza a la industria acuícola debido a las terapias antivirales y las vacunas limitadas.
  Es necesario un conocimiento integral de las infecciones virales que afectan a la industria de la tilapia para poder implementar medidas efectivas de prevención y control de enfermedades virales. Sin embargo, actualmente no existe literatura actualizada que cubra de manera integral todas las infecciones virales que se sabe que afectan a la tilapia.
  Este artículo – resumido de la publicación original (Clyde, C.W. et al. 2024. Current updates on viral infections affecting tilapia. Aquaculture and Fisheries, disponible en línea el 14 Julio 2024 –analiza las estrategias de prevención y control de las infecciones virales en la tilapia cultivada. La publicación original también cubre en detalle las infecciones virales en la tilapia.
  Infecciones virales que afectan a la tilapia
Hasta la fecha, se han reportado diez infecciones virales que consisten en siete virus de ADN y tres de ARN que infectan a la tilapia, y la cronología de la primera aparición de estas infecciones virales y las regiones correspondientes se muestran en la Fig. 1. A medida que los años avanzaron desde la década de 1970 hasta la década de 2010, surgió un número cada vez mayor de enfermedades virales en la tilapia, probablemente atribuidas a la intensificación de las prácticas acuícolas.
  Fig: 1: Cronología de los primeros casos reportados de infecciones virales y la respectiva ocurrencia de incidencia en tilapia.
  Los virus de ADN que se sabe que infectan a la tilapia incluyen el Parvovirus de la Tilapia (TiPV), el Virus de la Encefalitis de Larvas de Tilapia (TLEV), el Virus de la Necrosis Infecciosa del Bazo y el Riñón (ISKNV), Agentes Similares al Iridovirus, el nuevo Megalocitivirus, el Iridovirus de Bohle (BIV) y el Virus de la Enfermedad de Lymphocystis (LCDV).
  Fig: 2: Características de la enfermedad exhibidas en la tilapia después de la infección con virus de ADN individuales. Nota: *Los signos clínicos observados en la infección por el nuevo Megalocytivirus no pueden atribuirse de manera concluyente al nuevo Megalocytivirus solo, ya que hubo una infección bacteriana concurrente.
  Los virus de ARN que se sabe que infectan a la tilapia incluyen el Virus de la Necrosis Nerviosa (NNV), el Virus de la Necrosis Pancreática Infecciosa (IPNV) y el Virus de la Tilapia del Lago (TiLV). Para obtener información detallada sobre estos agentes virales y las características de las enfermedades virales y los métodos de diagnóstico en la tilapia, consulte la publicación original.
  Fig. 3: Características de la enfermedad que se exhiben en la tilapia después de la infección con virus de ARN individuales.
Manejo, bioseguridad y vigilancia
Considerando que la tilapia es una fuente de proteína comercialmente importante, las pérdidas en la producción debido a brotes virales pueden tener impactos socio-económicos negativos significativos y comprometer la seguridad alimentaria. Para mitigar estos impactos, se deben desarrollar e implementar estrategias efectivas para prevenir y controlar las epidemias de enfermedades virales en las granjas acuícolas.
  Una de esas estrategias implica el uso de terapias o profilácticos antivirales. Sin embargo, actualmente, no existen terapias disponibles comercialmente para tratar enfermedades virales en la acuacultura de tilapia. Aunque estudios anteriores han desarrollado terapias para algunos virus, ninguna ha sido certificada para uso comercial. Además, estas terapias solo se han probado en condiciones experimentales, lo que deja incertidumbre con respecto a su desempeño en aplicaciones de campo. Cabe destacar que la tilapia no fue el pez modelo utilizado en estos estudios, lo que plantea un desafío, ya que ciertas terapias derivadas de otras especies de peces pueden requerir receptores específicos para ser efectivas, lo que podría volverlas ineficaces en la tilapia. Debido a estas limitaciones, las estrategias como las buenas prácticas de manejo (BPM), las medidas de bioseguridad y los programas de vigilancia siguen siendo los métodos principales para prevenir y controlar los brotes virales.
  Impacto del estrés
El estrés inducido por condiciones de cultivo inadecuadas o durante el transporte de peces a menudo aumenta la vulnerabilidad de los peces a los patógenos virales, lo que enfatiza la importancia de las BPM para mitigar el estrés y reducir la incidencia de brotes virales. Mantener una calidad óptima del agua, densidades de población de peces adecuadas, prácticas de saneamiento efectivas y brindar una nutrición adecuada contribuyen colectivamente a minimizar los niveles de estrés en los peces cultivados.
  Las medidas de bioseguridad, junto con los programas de detección y vigilancia, desempeñan un papel crucial en el control de la propagación de enfermedades. Estas medidas incluyen estrictos protocolos de cuarentena, la eliminación inmediata de peces moribundos y el establecimiento de diferentes zonas dentro de las instalaciones acuícolas. La bioseguridad también implica rigurosas prácticas de saneamiento y desinfección en todas las etapas de la cría para prevenir la transmisión viral.
  Varios desinfectantes han demostrado su eficacia en la reducción de virus como TiLV, ISKNV, IPNV, NNV y LCDV en experimentos in vitro o in vivo, lo que sugiere su posible aplicación en entornos de acuacultura. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para evaluar la eficacia de estos desinfectantes en condiciones de campo y su posible impacto en los peces cultivados y el medio ambiente.
  Utilice peces libres de patógenos específicos
Dada la propensión de las enfermedades virales que afectan a la tilapia a la transmisión tanto horizontal como vertical, es imperativo que los cultivadores de tilapia adquieran poblaciones libres de patógenos específicos (SPF) para minimizar la introducción de patógenos virales en sus granjas. Estudios previos han demostrado que diferentes cepas de tilapia exhiben diversos grados de resistencia a enfermedades virales como TiLV. Además, se ha establecido que la resistencia a la infección por TiLV es hereditaria, lo que indica la viabilidad de la cría selectiva para mejorar la resistencia a TiLV y otras enfermedades virales, mitigando así el riesgo de epidemias.
  Desarrollo de cepas resistentes a enfermedades
Para acelerar el desarrollo de cepas resistentes a enfermedades, se pueden emplear técnicas de selección molecular para identificar loci de rasgos cuantitativos (QTL; una sección de ADN que se correlaciona con la variación de un rasgo cuantitativo en el fenotipo de una población de organismos, y a menudo un primer paso en la identificación de los genes reales que causan la variación del rasgo) asociados con la resistencia a enfermedades. Recientemente, se identificó un QTL vinculado a la resistencia a TiLV en tilapia, lo que ofrece una vía prometedora para seleccionar tilapia resistente a TiLV para programas de cría.
  Mientras tanto, la detección temprana de virus en la acuacultura puede facilitar la implementación de medidas de control oportunas para contener la propagación de enfermedades. Tanto la bioseguridad como la vigilancia en la acuacultura se ven reforzadas por la utilización de varias herramientas de diagnóstico, incluido el aislamiento viral, la histopatología, los inmunoensayos y los métodos de base molecular. El diagnóstico preciso de enfermedades virales en tilapia es particularmente crucial, ya que muchas de estas enfermedades presentan signos clínicos superpuestos, lo que dificulta la diferenciación entre diferentes infecciones virales basándose únicamente en lesiones macroscópicas. Entre las herramientas de diagnóstico disponibles, los métodos moleculares como la PCR se emplean con frecuencia por su rapidez, sensibilidad y especificidad.
  Sin embargo, el uso de diagnósticos moleculares a menudo requiere laboratorios bien equipados y personal capacitado, recursos que pueden no estar fácilmente disponibles en todos los países. Por ejemplo, varios países Africanos carecen de la infraestructura de laboratorio necesaria y del personal capacitado, lo que genera demoras en el diagnóstico de TiLV y la implementación de medidas de control. Para abordar este desafío, el desarrollo de kits de diagnóstico rápido capaces de realizar pruebas in situ sin la necesidad de equipos sofisticados o experiencia es esencial para la detección oportuna de las infecciones virales actuales que afectan a la tilapia.
  Vacunas
Alternativamente, las vacunas representan otra estrategia profiláctica, en la que su administración a los peces estimula una respuesta inmunitaria contra patógenos específicos. Se han desarrollado varias vacunas contra TiLV e ISKNV para tilapia, y actualmente solo se comercializa una vacuna para ISKNV (AQUAVAC® IridoV). Además, se han desarrollado vacunas para IPNV, NNV y LCDV para otras especies de peces, y hay vacunas comercializadas disponibles para IPNV y NNV. Sin embargo, se necesita más investigación sobre el desarrollo de vacunas IPNV, NNV y LCDV específicamente diseñadas para tilapia, ya que las vacunas existentes pueden no funcionar de manera óptima debido a las diferencias en los adyuvantes, la dosis, la vía de administración y la frecuencia de vacunación requerida.
  Aunque las vacunas tienen el potencial de reducir las pérdidas causadas por enfermedades virales, se deben considerar varios factores. Uno de ellos es la relación costo-beneficio de las vacunas, que debe garantizarse para promover su uso generalizado en las granjas de tilapia en todo el mundo. Es especialmente importante garantizar la asequibilidad para los pequeños productores de tilapia. Sin embargo, la vacunación no se puede aplicar a las larvas o crías de tilapia debido a que sus sistemas inmunológicos están poco desarrollados. Esta limitación es significativa ya que muchas enfermedades virales – como TiLV, TLEV, NNV e ISKNV – infectan estas primeras etapas de vida de la tilapia.
  Inmunoestimulantes
En cambio, los inmunoestimulantes podrían usarse para mejorar las respuestas inmunológicas innatas de las tilapias jóvenes contra las infecciones virales. Por ejemplo, Elkatatny et al. demostraron una regulación positiva de varios genes relacionados con el sistema inmunológico cuando se administró a crías de tilapia del Nilo un inmunoestimulante que consistía en una mezcla de aminoácidos. Además, se ha demostrado que la administración de inmunoestimulantes – que incluyen levadura, extracto de hoja de chirimoya, ajo y equinácea – mejora la respuesta inmunológica de la tilapia adulta o juvenil en condiciones experimentales.
  De manera similar, se observaron respuestas inmunológicas mejoradas después de incorporar varios probióticos. Por ejemplo, las dietas suplementadas con Bacillus spp. dieron como resultado tasas de mortalidad más bajas y una regulación positiva de los genes asociados al sistema inmunológico durante la infección experimental con TiLV en tilapia híbrida roja. Estudios adicionales también informaron tasas de mortalidad reducidas causadas por NNV, LCDV e iridovirus en condiciones experimentales en otras especies de peces alimentadas con probióticos. Por lo tanto, los inmunoestimulantes y los probióticos son prometedores para limitar las enfermedades virales. No obstante, se deben realizar estudios de aplicación en el campo y análisis de costo-beneficio para determinar la viabilidad de esta estrategia.
  En general, el manejo de enfermedades virales en la acuacultura de tilapia requiere la implementación de varias estrategias, ya que ninguna estrategia es suficiente y estas estrategias deben ser sostenibles, prácticas y rentables para que los productores de tilapia reduzcan eficazmente las infecciones virales.
  Perspectivas
La aparición de infecciones virales en la acuacultura de tilapia es inevitable debido a la intensificación generalizada de la producción. Entre las enfermedades virales, el TiLV ha recibido una amplia atención de investigación debido a su impacto global actual en el cultivo de tilapia. En contraste, se han realizado investigaciones de seguimiento limitadas sobre otras infecciones virales que afectan a la tilapia. En consecuencia, la información genética, la patogénesis, la epidemiología y la distribución de estas enfermedades virales aún deben determinarse por completo, lo que deja incierto el verdadero impacto de estas enfermedades en la acuicultura de tilapia.
  Todas las etapas de vida de la tilapia son susceptibles a diversas enfermedades virales, lo que plantea riesgos significativos para todas las etapas de la producción de tilapia. Sin embargo, la incidencia de brotes virales se puede reducir adquiriendo suficiente conocimiento de las enfermedades virales para implementar medidas efectivas de prevención y control. Los programas de bioseguridad y vigilancia son los métodos más eficaces para frenar las enfermedades virales, pero se deben concentrar los esfuerzos en el desarrollo de vacunas y terapias para mitigar aún más las pérdidas. Además, los estudios futuros también deberían priorizar la investigación de las enfermedades virales menos conocidas, ya que la falta de conocimiento y estudio de estas enfermedades en la tilapia puede conducir inadvertidamente a epidemias en la producción de tilapia.
  Por:Chean Yeah Yong, Ph.D.     Fuente: Global Seafood Alliance   

El salmón secreta sustancias que atraen a los piojos de mar
Enfermedades de peces

3+ MIN

El salmón secreta sustancias que atraen a los piojos de mar

Un estudio de Nofima investigó las sustancias químicas liberadas por el salmón del Atlántico que sirven como atrayentes para los piojos de mar. El encuentro entre un piojo del salmón y su huésped comienza cuando el piojo se encuentra en su etapa larvaria de nado libre, conocida como copepodito. Pero, al ser organismos diminutos en un vasto océano, ¿cómo localizan al salmón como su huésped?   "Se cree que la señalización química desempeña un papel clave en la comunicación entre huésped y parásito, y los científicos lo han confirmado", dice Nicholas Robinson de Nofima.   Mejorará la resistencia a los piojos de mar   Robinson está coordinando el proyecto CrispResist, que reúne a un equipo líder de científicos de Noruega, el Reino Unido, EE.UU., Canadá, Suecia y Australia. Su objetivo es descubrir los mecanismos detrás de la variación entre especies en la resistencia del huésped a los piojos de mar y aplicar este conocimiento para mejorar la resistencia del salmón del Atlántico en la acuicultura.   Un objetivo crucial es identificar y documentar los genes y mecanismos responsables de la diferencia en la resistencia a los piojos de mar entre las especies de salmónidos. Está bien establecido que ciertas especies de salmón del Pacífico son resistentes a los piojos de mar y pueden matarlos en las primeras etapas del parasitismo, mientras que el salmón del Atlántico es muy susceptible.   El científico sénior en salud de los peces Aleksei Krasnov en Nofima está involucrado en estudios de comunicación química entre piojos y salmón. Trabajando con el equipo global, Krasnov identificó supuestos semioquímicos o compuestos de origen biológico que afectan el comportamiento de los animales de la misma u otras especies. El tipo de semioquímicos llamados kairomonas ayudan a los piojos a encontrar al salmón por el olor.   Comportamiento de piojos probado   El descubrimiento implicó una amplia gama de análisis químicos y pruebas de comportamiento de piojos. Se analizó agua que fue acondicionada con salmón del Atlántico, salmones del Pacífico y otras especies de peces. Se seleccionaron veintiún semioquímicos candidatos para las pruebas de comportamiento de piojos.   Además, se estudió el moco de familias de salmón del Atlántico con alta y baja resistencia a los piojos para determinar si la resistencia podría estar relacionada con la composición química del moco. Se llevaron a cabo pruebas de comportamiento en Noruega y algunas en Suecia utilizando diferentes métodos.   La investigación demostró que el agua acondicionada únicamente con salmón estimulaba la actividad de los copepoditos, lo que confirma la presencia de kairomonas. Curiosamente, el agua acondicionada también contenía compuestos que disuadían a los piojos, lo que sugiere que el salmón del Atlántico también puede repeler a los piojos.   Además, las pruebas sugirieron que se pueden producir semioquímicos en varios tejidos del salmón del Atlántico, especialmente en la piel. Se descubrió que los salmones de familias susceptibles a los piojos de mar producían moco que tenía un mayor efecto estimulante sobre los piojos que los salmones de familias con alta resistencia a los piojos.   Investigación futura   Uno de los resultados clave del estudio fue la identificación de compuestos para futuras investigaciones. "En general, los hallazgos sugieren que la comunicación huésped-parásito es muy compleja y probablemente involucra múltiples señales", indica Krasnov. Krasnov cree que el desarrollo de pruebas moleculares es el enfoque más prometedor para continuar la investigación semioquímica en este campo.   Fuente: SalmonExpert

Tratamiento contra Vibrio sp con técnicas simbióticas
Enfermedades de peces

6+ MIN

Tratamiento contra Vibrio sp con técnicas simbióticas

Patogenicidad de Vibrio en acuicultura   Vibrio sp es un género de bacterias gramnegativas que habitan en ambientes marinos y estuarinos, y son conocidas por ser patógenos oportunistas en organismos acuáticos. Su impacto negativo deriva de la capacidad de causar enfermedades como vibriosis, que generan pérdidas anuales de millones de dólares. La patogenicidad de Vibrio sp se basa en su capacidad para invadir tejidos, producir toxinas y generar infecciones sistémicas.   Esta bacteria está presente de manera natural en la mayoría de los cultivos acuícolas (Toranzo et al., 2005; Austin & Zhang, 2006). Sin embargo, para que llegue a afectar a los organismos acuáticos han de converger tres aspectos simultáneos. Mala calidad de agua, una gran cantidad de bacterias patógenas para tener capacidad de enfermar y organismos en situación de estrés o debilitados.   Lamentablemente, cuando la calidad del agua es baja, los otros dos factores se dan consecuentemente, ya que la baja calidad del agua no solo permite la reproducción de las bacterias patógenas, sino que también estresa al organismo. De esta manera, podríamos decir que mantener una alta calidad del agua es el factor más importante.   Tradicionalmente, para combatir estos patógenos se han empleado antibióticos del tipo tetraciclinas, quinolonas y sulfonamidas, entre otros. Sin embargo, el uso de antibióticos presenta varios inconvenientes, como la generación de resistencia en las bacterias, la contaminación del medio ambiente además de su prohibición en la mayoría de los países productores debido a normativas de seguridad alimentaria y sostenibilidad (Defoirdt et al., 2011).   Afección de Vibrio sp en animales acuáticos   Vibrio sp actúa en peces y camarones mediante la adhesión a la piel, branquias o tracto digestivo, donde empieza a multiplicarse y liberar toxinas. Estas toxinas causan daño celular y favorecen la necrosis, lo que genera úlceras y pérdida de tejidos. En casos avanzados, se produce septicemia, causando la muerte del animal. Estudios han demostrado que especies como Vibrio harveyi y Vibrio parahaemolyticus son responsables de infecciones graves en camarones, causando hasta un 80% de mortalidad en casos no tratados (Austin & Zhang, 2006; Leano et al., 2003).   Tecnología simbiótica para la prevención de la vibriosis en peces y camarones   La tecnología simbiótica se caracteriza principalmente por generar un ambiente acuático estable con un aumento significativo de la calidad del agua. Uno de los principales mecanismos de estrés en los animales acuáticos es el deterioro del agua por tóxicos. Estos proceden del metabolismo del animal y también del metabolismo de bacterias, tales como el amonio (NH4+), amoníaco (NH3), nitrito (NO2–) y nitrato (NO3–) y sulfuros, principalmente. Además, los valores inadecuados de oxígeno, pH, y alcalinidad aumentan el estrés del animal y su predisposición a ser infectados por Vibrio sp.   La tecnología simbiótica se basa en el aporte de fermentos generados a base de cereales y microorganismos probióticos. Contienen una gran cantidad de bacterias y levaduras benéficas, ácidos orgánicos, enzimas y algunos nutrientes. Clasificaremos los mecanismos de acción del fermento en cinco acciones:   Eliminación de tóxicos: las bacterias y el carbono de los fermentos permiten la asimilación del amonio y amoníaco del agua. Una vez eliminados estos, no hay conversión a nitrito ni nitrato. Lucha contra enfermedades: el gran contenido en ácidos orgánicos, como el ácido láctico, combate directamente contra los patógenos del agua, y su carácter ácido regula el pH. Control de microalgas y mejoramiento del contenido de oxígeno: las enzimas del fermento hidrolizan la pared de las microalgas, controlando su población y, por ende, recuperando el oxígeno que se eliminaría en la noche por ellas. Biorremediación e inmunoestimulación: las bacterias y levaduras probióticas digieren la materia orgánica de la columna y del fondo, evitando su conversión en tóxicos. Además, las moléculas de su pared inmunoestimulan a los animales acuáticos, permitiendo una mayor defensa contra enfermedades. Generación de zooplancton: los nutrientes de los fermentos mantienen y soportan el zooplancton del estanque, aportando un alimento extra natural que fortalecerá a los animales y permitirá la reducción del estrés.   Uso del suero de péptidos bioactivos para el tratamiento de la vibriosis en organismos acuáticos   Además de estos preventivos, la tecnología simbiótica cuenta con ciertas herramientas como la generación de sueros de péptidos bioactivos para el tratamiento directo contra la vibriosis.   La fermentación de materiales altamente proteicos, como la soya, permite la generación de compuestos hidrolizados como péptidos y aminoácidos. Estos tienen un efecto antibiótico en peces y camarones debido a que inhiben la adhesión y proliferación de bacterias patógenas en los tejidos, activan el sistema inmune del organismo y promueven la regeneración celular. Estudios en camarones han demostrado que los péptidos bioactivos derivados de la soya pueden reducir hasta en un 50% la mortalidad causada por Vibrio spp (Zhao et al., 2016; Zhou et al., 2017).   El equipo de Bioaquafloc lleva más de 7 años desarrollando la generación de sueros contra enfermedades en acuicultura. La premisa no fue desarrollar un producto comercial, sino transferir el conocimiento de su elaboración al acuicultor y así garantizar que la tecnología alcance los primeros niveles productivos.   Experiencias de éxito reales   Es importante reflejar casos de éxito reales para la comprensión de estos mecanismos de acción. En el último año se ha visto una alta incidencia de vibriosis en acuicultura. En un proyecto de cultivo de camarón Litopenaeus vannamei en México, con 126,200 camarones (Nº de Postlarvas por m²: 111 PL/m²), cultivo a baja salinidad 2 ppt, estanques de aproximadamente 1,100 m², y estanques de tierra, sin sombra, se realizó el engorde de estos organismos. Lamentablemente, se presentó a los 70 días de cultivo una afección por vibriosis del 75% de la población, según análisis bacteriológicos de las autoridades de sanidad acuícola.   Se observaron manchas de melanización en el 80% de abdomen y cefalotórax, y la presencia de camarones muertos comenzó a hacerse patente. En este punto, se aplicaron fermentos de cereal con bacterias probióticas y levaduras de manera intensiva al agua de los estanques. Además, se aplicó suero de péptidos bioactivos en el alimento en una dosificación de 200 ml por kg de alimento. El tratamiento duró tres semanas. La mortalidad descendió por completo y la melanización desapareció en la siguiente muda. Sin la aplicación de estas técnicas simbióticas, es muy probable que la afectación por vibriosis hubiera acabado en una mortalidad superior al 60% y al fracaso de este ciclo productivo.   Este tratamiento con técnicas simbióticas contra eventos de Vibrio sp no ha sido aislado, se ha usado en diversos proyectos de cultivo de camarón y también tilapia en República Dominicana y Honduras, con resultados muy exitosos.   La tecnología simbiótica está demostrando ser una alternativa real y muy viable al uso de antibióticos y químicos que dañan al medio ambiente y a nuestros animales. Si quiere saber más sobre esta tecnología, visite: www.bioaquafloc.com   Por: David Celdrán   Fuente: Panorama Acuícola

Terapias alternativas para controlar las enfermedades en la industria acuícola
Enfermedades de peces

4+ MIN

Terapias alternativas para controlar las enfermedades en la industria acuícola

Los investigadores del National Research Centre (Egipto), de la Konkuk University (Corea del Sur), de la Alexandria University (Egipto), y de la Cairo University (Egipto) publicaron una revisión científica en la revista Aquaculture International sobre las terapias recientes utilizadas en la piscicultura, sus mecanismos, desafíos e impactos, al tiempo que promoverá la sostenibilidad de la acuicultura comercial.   Intensificación = Mayor riesgo de enfermedad   El impulso para satisfacer la demanda cada vez mayor de pescado ha llevado a una intensificación de las prácticas acuícolas. Desafortunadamente, esto a menudo se traduce en jaulas o estanques de peces superpoblados y en un cuidado ambiental que afectan el bienestar de los animales en cultivo y la calidad del agua. Este entorno estresado crea un caldo de cultivo para agentes causantes de enfermedades, lo que hace que los peces de cultivo sean más susceptibles a las enfermedades.   Las consecuencias son nefastas. Los brotes de enfermedades son una limitación importante para la productividad y la sostenibilidad de la acuicultura. Las prácticas de intensificación han fomentado la aparición de patógenos peligrosos, lo que ha provocado muertes masivas de peces. Las enfermedades bacterianas, virales, parasitarias y fúngicas causan estragos en las piscifactorías y provocan importantes pérdidas económicas.   La desventaja de los tratamientos convencionales   Tradicionalmente, los acuicultores han dependido en gran medida de quimioterapéuticos como antibióticos, desinfectantes y pesticidas para combatir estos patógenos. Sin embargo, el uso indiscriminado de estos químicos ha tenido un lado oscuro: Resistencia a los antibióticos: El uso incontrolado fomenta el aumento de patógenos resistentes a los antibióticos, lo que hace que estos tratamientos sean ineficaces. Daño ambiental: Los antibióticos y los productos químicos pueden contaminar el medio ambiente acuático y dañar otros organismos y ecosistemas. Preocupaciones por la salud humana: La acumulación de residuos de antibióticos en los tejidos de los peces y la aparición de cepas resistentes amenazan la salud humana. Toxicidad acuática: Muchos medicamentos antiparasitarios y antifúngicos son altamente tóxicos para la vida acuática, lo que daña aún más el medio ambiente. Salud alterada de los peces: Estos químicos pueden afectar negativamente el metabolismo de los peces, debilitando su salud general. Residuos de medicamentos en los productos acuícolas: Pueden quedar rastros de antibióticos en el pescado de piscifactoría, lo que podría representar un riesgo para la salud de los consumidores.   Afortunadamente, la comunidad científica está desarrollando terapias alternativas prometedoras que son efectivas y sostenibles. Estos enfoques inmunoprofilácticos y de base biológica ofrecen un futuro más brillante para la acuicultura.   Una ola de nuevas soluciones   Los investigadores están explorando una amplia gama de opciones prometedoras, que incluyen: Fitoterapéuticos: Utilizando las propiedades medicinales de los extractos de plantas. Nanoterapéutica: Aprovechamiento de nanopartículas para la administración dirigida de fármacos. Probióticos y prebióticos: Promueven la salud intestinal y aumentan las defensas naturales de los peces. Terapia con fagos: Empleando virus que atacan y matan específicamente las bacterias dañinas. Vacunación: Fortalecimiento de la inmunidad de los peces frente a enfermedades específicas. Apagado del quórum: Interrumpir la comunicación entre patógenos, dificultando su capacidad para coordinar actividades dañinas. Péptidos antimicrobianos y bacteriocinas: Utiliza moléculas naturales con potentes propiedades antimicrobianas. Terapia con células madre: Exploración del potencial de las células madre para la reparación y regeneración de tejidos. Terapia basada en diagnóstico: Adaptación del tratamiento según la identificación de una enfermedad específica.   El camino hacia un futuro sostenible   Estas terapias innovadoras son inmensamente prometedoras para un futuro más sostenible de la acuicultura. Sin embargo, se necesita más investigación para: Optimizar los protocolos de aplicación: Garantizar un tratamiento eficaz para diversas especies y enfermedades de peces. Abordar las consideraciones de costos: Hacer que estas terapias sean económicamente viables para la acuicultura a gran escala. Evaluar riesgos potenciales: Minimizar cualquier impacto negativo en la salud de los peces y el medio ambiente. Mejorar la accesibilidad: Poner estas terapias a disposición de los acuicultores de todo el mundo.   El camino por delante   Si bien estos nuevos enfoques ofrecen ventajas significativas, es fundamental realizar más investigaciones para optimizar su uso. Factores clave como el costo, la eficacia, los riesgos potenciales para los peces y el medio ambiente y los efectos a largo plazo requieren una evaluación exhaustiva. Además, es fundamental establecer directrices claras para su aplicación sostenible.   Este artículo tiene como objetivo crear conciencia entre los acuicultores sobre estas nuevas y apasionantes terapias. Al adoptar estos avances, la industria de la acuicultura puede garantizar un futuro saludable para los peces de cultivo, promover la sostenibilidad ambiental y, en última instancia, contribuir a un suministro de alimentos seguro y saludable para todos.   Fuente: AquaHoy

Revista

ad1

Publicidad

260x95